Como muestra de nuestra imparcialidad, y de que aquí dejamos entrar a cualquiera (que se lo proponga), hemos de comentar que el Señor McCain estuvo también en nuestras instalaciones.
El Senador accedió gustosamente a atender nuestra invitación, ya que hace años estuvó en Cádiz de camino del Vietnam, en una paradita que hicieron en Rota. De aquella época, según nos relató con su gracia de Arizona, guarda la anécdota de querer ser servido en una fuente de "papas aliñás", eso sí con atún, por parte de un gallego del freidor de la plaza las Flores. Recordó con especial gratitud a McCarty, quien logró salvarlo del cuchillo de pelá papas al decirle al gallego "no le hagas ná, que Maquein es mi primo, cohone". Después de una distendida charla donde hablamos de lo divino y lo humano, de lo malo que es no cambiar el aceite de la freidora después de haber pasado por allí tres kilos de empanadillas, medio de cocletas, cuarto de adobo y diez tortillita de camarones, pásale la cuenta a él, le deseamos la suerte que no ha tenido para llegar a la Casa Blanca. Esperamos que llegue en bolsa de cuarto kilo, con quepchu incorporado.
El McCain antes de pasar por el pelapapas. Suerte maestro.
El Senador accedió gustosamente a atender nuestra invitación, ya que hace años estuvó en Cádiz de camino del Vietnam, en una paradita que hicieron en Rota. De aquella época, según nos relató con su gracia de Arizona, guarda la anécdota de querer ser servido en una fuente de "papas aliñás", eso sí con atún, por parte de un gallego del freidor de la plaza las Flores. Recordó con especial gratitud a McCarty, quien logró salvarlo del cuchillo de pelá papas al decirle al gallego "no le hagas ná, que Maquein es mi primo, cohone". Después de una distendida charla donde hablamos de lo divino y lo humano, de lo malo que es no cambiar el aceite de la freidora después de haber pasado por allí tres kilos de empanadillas, medio de cocletas, cuarto de adobo y diez tortillita de camarones, pásale la cuenta a él, le deseamos la suerte que no ha tenido para llegar a la Casa Blanca. Esperamos que llegue en bolsa de cuarto kilo, con quepchu incorporado.
El McCain antes de pasar por el pelapapas. Suerte maestro.
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